Cerco

La historia comienza con Jon en una gira de su grupo de rock, sus sarcasmos hacia los lugares donde van, y una crisis inesperada. Con esta apertura, comienza a armarse la estructura de la novela; una historia que gira en parte en torno al ausente David, rodeándolo de memoria, un cerco que pretende rellenar el cerco de su amnesia. Cada uno de los tres narradores contará, como a un diario personal, su día a día, su presente, que será presentado en forma alternada con las cartas que le escriben a David: Jon, su amigo de la adolescencia; Arvid, su padrastro, pastor religioso; y Silje, su primera novia. De esta forma irán alternando las situaciones de su vida actual, con un período del pasado en relación con David, con las perspectivas y contradicciones de cada uno de ellos. Los diálogos que se cuentan sobre la vida cotidiana, a través de un discurso indirecto (reported speech) presenta una excelente recreación de la vida cotidiana y sus conflictos familiares e interpersonales, y constituye uno de los puntos fuertes de la novela. “Estoy empezando a darme cuenta de algo, dice Egil. Ya iba siendo hora, coño, le digo y oigo lo triunfante que suena mi voz, el final de mi frase casi me sale en falsete y miro a los ojos, furiosa, y Egil me mira de frente”. Una novela muy bien elaborada, en la que el contenido es más relevante que el final, abierto a la interpretación (o a una segunda parte).