Cosas pequeñas como esas

"Esos hombres, que se desconocen, están salvando el mundo". Poema Los justos, Jorge L. Borges. Bill Furlong es un hombre honesto. Fue criado solamente por su madre, sirvienta en una casa de familia rica, que fue muy considerada y amable con ellos; y tal vez de ahí venga su carácter amable. Trabaja arduamente en su comercio de distribución de leña y carbón, tan esencial en los crudos inviernos del pueblo irlandés en que vive. Cuida a su familia, esposa y cinco hijas, para que no pasen necesidades. También, un hombre sensible, se permite pequeñas ayudas a las familias más necesitadas. Todos los humanos vivimos nuestras vidas, mejor o peor, en general sin aspectos muy notables. Y a veces, a algunas personas les aparece una oportunidad de hacer algo más, contribuir a hacer una diferencia en el mundo. Frecuentemente, esto no es gratuito, y es posible incluso que se pague un precio por hacerlo. Pero esta oportunidad tal vez se dé una vez en la vida. Y es difícil tomar la decisión. Y Bill Furlong, bueno y amable, no es un hombre muy valiente ni audaz. Una excelente novela, una joyita, que en pocas páginas, con una muy buena redacción y desarrollo de los personajes, nos presenta una historia no exenta de aspectos muy crudos, en la que pone al hombre en una encrucijada: sea cual sea su elección, su vida ya no será igual.