Cosmos

Leer una novela de Gombrowicz implica aceptar sus reglas, ya que de manera similar a Ernesto Sabato, en ellas vuelca sus emociones e inquietudes más profundas. De hecho, en sus años de exilio obligado en Argentina, Sábato fue el autor con quien más cercanía tuvo. (En la novela La más recóndita memoria de los hombres Sarr va más allá, y los muestra como un dudoso dúo, siempre juntos, en su relación con el mítico T. C. Elimane). En Cosmos explora los límites de lo que es posible. Y en particular, la posibilidad de que las coincidencias sean reveladoras de un sentido. Y, profundizando, también definir qué elementos se debieran combinar para encontrar ese sentido, así como el significado de esas coincidencias. Leerla requiere sumergirse en una incertidumbre de alternativas: que el narrador esté loco, desesperado, o que sea un intuitivo sensible que percibe que detrás de los elementos hay un sentido, aunque su inteligencia no llega a inteligirlo; e independientemente de sus percepciones, la perplejidad ante esos misteriosos seres con quienes convive, y qué es lo que motiva sus comportamientos. Una novela compleja, que requiere ser leída con mucha atención, y al mismo tiempo con una cuota de abandono, de dejarse llevar por la narración, y poder sumergirse en las atmósferas construidas por Gombrowicz.