El Fondo de la Botella

PM, abogado y ranchero en un pueblo de Arizona, cerca de la frontera mexicana, tiene una vida satisfactoria. No es de felicidad, pero la imita muy bien. Le ha costado abrirse camino a partir de sus orígenes pobres, de lo cual está orgulloso, aunque con un pequeño sentido de culpa. Pareciera sentir que debiera estar orgulloso, satisfecho con el reconocimiento de los demás. Hasta que el pasado, que había elegido dejar atrás, irrumpe en su vida, con la aparición de su hermano. Y sabe que ya nada será igual. Siente cómo si viniera a cobrarse una deuda (¿el pasado?, ¿su hermano?; como su felicidad, ambos se parecen mucho). "Me di cuenta (que eran hermanos) por la forma en que se miraban" le dice Nora, su esposa; siempre tan sagaz; la que siempre comprende todo. Esa relación tan íntima, entre quienes conocen los secretos del otro, y que conjuga el amor, la rivalidad, el odio, la dependencia. Y aparecen referencias bíblicas a Caín y Abel, a Jacob y Esaú; también podría ser la del hijo pródigo. Y a partir de un momento, PM se da cuenta que ha llegado el momento de pagar esa deuda, de ganar el reconocimiento de quien realmente importa; que realmente siempre importó. Y vuelvo a admirarme: No habrá inventado la pólvora, pero ¡Qué bien escribe Simenon! Una excelente novela.