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(3 months ago) |
05 Sep, 2024
"En el prefacio de una antología de la literatura rusa Vladimir Nabokov declaró que no había encontrado una sola página de Dostoievski digna de ser incluida,...Dostoievski no debe ser juzgado por cada página sino por la suma de páginas que componen el libro." Jorge L. Borges: Prólogo a Los Demonios, de F. Dostoievski. (A su vez, Nabokov decía sobre la literatura de Borges "Esperaba encontrarme con una catedral, y me encontré con un zaguán").
De la misma manera, en La deriva tal vez no se encuentre alguna página memorable (aunque hay algunas muy buenas), ni muchas frases dignas de citar; en cambio, sí, una rica historia, con muchos personajes, llena de matices, y cruces insospechados. Si tuviera que clasificarlo, diría que se parece más a Dostoievski que a Borges o al mismo Nabokov.
En el inicio era el río Zambeze, fuente de vida, que contiene en su curso las majestuosas Cataratas de Victoria; el río Zambeze, que dividía Rodesia del Norte y del Sur, actualmente Zimbabue y Zambia (que tomó su nombre del río), y que será, junto a mosquitos y otros bichos, un protagonista más de esta historia.
Y continúa la historia con la llegada de los primeros europeos, y entre ellos Mr. Percy Clark a la zona de las Cataratas de Victoria, a un asentamiento bautizado The old drift (La vieja deriva o corriente), lugares que había dado a conocer a Europa ese gran personaje, médico, predicador y explorador, que fuera David Livingstone (1813-1873).
Y de algunos participantes de esa parte, surgirán posteriormente los tres linajes protagonistas de la novela: la italiana, la africana, la británica. Y en cada linaje se presentará primero a Las abuelas, luego a Las madres, y finalmente a Los hijos, con los que la historia llega a octubre de 2023. Una línea matrilineal que está descripta claramente en un árbol genealógico incluido en libro, de tipo convergente, y que me resultó muy útil para consultar ante la la reaparición de personajes de generaciones anteriores. Y con una tendencia al mestizaje, que logra, a lo largo de la novela, el maravilloso efecto de que el lector se olvide del color de la piel de los protagonistas.
La novela transcurre principalmente en Lusaka, la capital de Zambia, y en particular en el barrio Kalingalinga. Cuenta una historia magnífica, por momentos alucinada, con un gran conocimiento histórico y geográfico, con un ritmo muy intenso, y una notable creatividad. Y que a medida que transcurre permite descubrir, algunas relaciones no conocidas entre los tres linajes, hasta que se unen finalmente en la parte de Los hijos.
La redacción es buena y clara, y permite acompañar la trama compleja que van construyendo los personajes y las situaciones históricas. Se pueden encontrar algunos casos de estereotipia, sobre todo en los personajes secundarios, y me parecieron débiles varios de los diálogos, aunque tal vez primó la coherencia con la forma de hablar del personaje.
El episodio de los afronautas que se entrenaban para ir a Marte dentro de un barril que rodaba por una pendiente, de acuerdo a lo referido por Juan Forn en su libro "Yo recordaré por ustedes", fue una astuta mascarada del presidente Kaunda y su ejecutor Nkoloso, para esconder la organización de milicias que colaboraban con las luchas de independencia de países vecinos.
Aunque por momentos se me hizo un poco larga, con momentos áridos o agridulces, una novela exuberante y magnífica, y que me parece recomendable para quienes están dispuestos a encarar este tipo de aventura.
Como cierre alusivo, en relación con esto último, vuelvo a Dostoievski y Borges, con otra parte del prólogo citado al comienzo:
"...el descubrimiento de Dostoievski marca una fecha memorable de nuestra vida. Suele corresponder a la adolescencia; la madurez busca y descubre a escritores serenos."
Quisieron las circunstancias que nos hayamos encontrado en este momento de mi vida; si la hubiera leído en mi juventud, me hubiera volado la cabeza.
Namwali Serpell nació en Lusaka, Zambia, en el año 1980. Se formó en la Universidad de Harvard y en la de Yale, e imparte clases en la Universidad de Berkeley, California. Reside en San Francisco.
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