Un día en la vida

Lupe es una campesina que vive en las afueras de Chalatenango, hacia el nordeste de San Salvador, y a menos de 40 km. de la frontera con Honduras. Ronda, tal vez un poco más de cuarenta años, y ha tenido con su marido José (Chepe) dos hijos ya crecidos, que formaron familia propia, incluyendo a su nieta Adolfina; y después de muchos años los tres más pequeños, los cipotes como se los denomina en la zona. El día en que transcurre la historia, Lupe arranca su actividad de madrugada, cuando la estrella se alinea con la ranura en la pared, en un rico intercambio con las variaciones de las luces del cielo, de los pájaros y las variaciones del clima. Y a través de un lenguaje poético e hipnótico, lleno de modismos locales, deshilvana su monólogo interior, en el que alterna lo que está ocurriendo con recuerdos del pasado, y que en momentos se abre a monólogos o diálogos de otros personajes. Forma parte de una población pobre y con escasa instrucción, sensata y honesta, con una rica experiencia de vida, que se esfuerza por el bienestar de sus hijos; y la historia transcurre en un momento en que, estimulados por los curitas jóvenes, hijos del Concilio Vaticano II, los campesinos comienzan a tomar conciencia de su propia dignidad, a organizarse y comenzar a reclamar humildemente por su derecho a una vida mejor. Y la relación, ya tensa con la autoridad policial y militar, se comienza a volver cada vez más hostil y cruel. Una historia contada con belleza y afecto por personajes muy querible, y una lectura que, más allá de muchas situaciones muy duras, he disfrutado y celebrado como excelente literatura. A modo de Postdata Quienes hemos podido ver como siguió esta historia, no podemos evitar cierta tristeza, sabiendo que estos reclamos legítimos en sociedades profundamente injustas y desiguales, con toda su honestidad, en muchas ocasiones terminaron atrapados en medio del ajedrez geopolítico de la Guerra Fría, con acciones atroces de represión y situaciones cercanas a la guerra civil. Manlio Argueta (El Salvador, 1935), un magnífico escritor, formó parte del grupo literario denominado Generación Comprometida, que a partir de su sensibilidad por el sufrimiento de los más pobres, en muchas ocasiones adhirió a diversas formas de revolución socialista.