Tras casarse muy jóven y ser madre, Gioconda Belli se unió al clandestino y emergente movimiento Sandinista, sustituyendo su deseo de ser una buena esposa por la necesidad de vivir una vida plena y comprometida con los cambios sociales en su país. Irónicamente, su pertenencia a la burguesía y su carrera como poeta renombrada, le brindaron la fachada que le permitió funcionar, secretamente, como rebelde. Desde su infancia en Managua y sus encuentros iniciales con poetas y revolucionarios, a persecuciones urbanas, reuniones con Fidel Castro, relaciones amorosas truncadas por la muerte o el exili... continue