Camarada Papa

Dabilly, sacerdote recién ordenado, se enfrenta en pocos días a la muerte de ambos padre; huérfano y en crisis, reniega y antes que lo vayan a buscar, huye a África. El niño adoctrinado y estereotipado que llama Camarada Papá a su padre (y que da el título al libro), más allá del humor y sutileza (una excelente caricatura del militante) volcado en el personaje, tiene un papel menor en la historia. Su madre no está con ellos, pero no los abandonó: se fue con su militancia al paraíso de Hoxha (Albania), con dudas sobre si la información es literal, y se fue a Albania, o es una metáfora, y se murió. En las colonias francesas de África, se han ido las tropas, para pelear la guerra con la Prusia de Bismarck, y se abre un paréntesis interesante: las compañías comerciales se deben arreglar solas, utilizando la negociación y la seducción con los africanos, dando lugar a una experiencia novedosa, probablemente mejor. Para eso deben conocer quien es quien, y como es cada grupo-etnia-reino, lo cual nos permite vislumbrar una amplia gama de matices. El genio de Teich; con su capacidad, inteligencia y voluntad es capaz de lograr lo que parece imposible; relegado a un segundo lugar desde la metrópoli, en favor de su jefe a quien salvó y cuyos errores corrigió. Un excelente novela, con gran valor ilustrativo y reflexivo, no exento de cierta sátira.