Cementerio de pianos

"Cuándo empecé a enfermar pronto supe que iba a morir" Así comienza a narrar esta historia el pater familae, y su narración continuará más allá de su muerte; en algún momento se integrará a la narración su hijo Francisco, y más adelante un tercer narrador (que descubrí releyendo diversos párrafos de la novela, ya que había aspectos que no terminaba de integrar). Los distintos episodios son contados sin respetar necesariamente un orden cronológico, aunque se puede inferir tomando en cuenta los personajes incluidos y su edad aproximada en ese momento. En ese sentido, puede ser de ayuda ir armando un árbol genealógico, y el orden de los nacimientos de los hijos y los nietos, como una especie de Macondo, pero distinto. Profundizando en el juego estilístico, la segunda parte está formada por párrafos que arrancan con oraciones ya comenzadas, y suele finalizar con oraciones inconclusas, sin que interfiera en el seguimiento de la historia; en varios casos una oración es la continuación de otra dejada inconclusa anteriormente. Una historia de una familia que abarca a tres generaciones, en las que percibe, por una parte cierta orfandad, y por otra la tendencia a replicar las conductas de las generaciones anteriores que se constituyen en un modelo para seguir o para repudiar, atrapados en una comunión; se destacan los enamoramientos a primera vista, los episodios de ira y violencia doméstica (y la presencia del tío tuerto). Una novela muy buena y desafiante, en la que el autor entrega un modelo para armar que atrapa al lector, y lo obliga a terminar de construirla. En mi caso, me gustó mucho, la tarea de integración me resultó muy satisfactoria y me quedó grabada y dando vueltas. Y no descarto que haya otros trucos escondidos que no he descubierto; probablemente en los próximos días, en la vigilia o en el sueño se revele un interrogante o aparente contradicción que inicie una nueva búsqueda. O no.