La generación de la utopía

La generación de la utopía es una muy buena crónica del proceso revolucionario e independista de Angola, y posiblemente de estos procesos en numerosos países africanos. La primeras dos partes son muy atractivas e interesantes. En la primera (1961), un grupo de jóvenes angoleños combinan sus estudios, amistades y amores, por un pasión creciente por la Revolución socialista, que se entrecruza con su simpatía por los procesos independistas de su patria, muchas veces de corte nacionalista. Y en la segunda (1972), algunos de ellos están activos en la guerrilla contra el régimen colonial, mientras persisten las disputas de los matices ideológicos. "Lo querían imbuido en las luchas ideológicas de ellos, dando el peso moral de un legítimo hijo de África a las discusiones sobre las comas de un programa político cualquiera. Se encontró con pro-chinos, pro-soviéticos, pro-guevarianos, , trotskistas, pro-albaneses, titistas-cogestionarios, anarquistas, contra-todistas, posadistas, socialistas utópicos....., en una lista de intolerancias que nunca acababa". Aunque los personajes parecen levemente estereotipados, la coherencia de sus interacciones y la dinámica de la historia, este hecho tiene una importancia menor. En la segunda (1982) y tercera (1991) parte, una vez producido la Revolución y la Independencia, los entusiasmos utópicos y combatientes, se ven reemplazados por la gradual caída del sueño, y la evidencia del fracaso y la decepción, en el que incluso algunos personajes secundarios añoran los tiempos de la colonia. "La sal no se comercializaba, se quedaba allí, ya amarilla por la capa de polvo que la cubría, porque no se conseguía un sistema de transporte eficiente. Sin embargo, todo el campo necesitaba sal, las poblaciones quemaban una hierba especial que conservaba restos de clorato de sodio para sustituirla. Y Luanda a veces importaba sal del extranjero". El desánimo también cae sobre el lector, como un baldazo de realidad, junto una caída de la calidad narrativa, haciendo un poco más evidente la estereotipia de los personajes. La novela, a pesar de las falencias literarias descriptas, constituye una crónica cruda y verosímil de los procesos revolucionarios y emancipadores, que más allá de las buenas intenciones y el sacrificio de muchos de sus protagonistas, terminan desdibujando los proyectos soñados. Un libro recomendable para aquellos que quieran sumergirse, a través de una ficción, a comprender mejor los procesos de independencia de post-guerra, y de los estados semi-fallidos africanos.