Una vida en juego

La novela se sitúa en Barcelona, entre 1910 y 1912, y el narrador, Víctor Pons es contratado como jefe de seguridad del flamante Casino de la Rabassada, en el cerro Tibidabo. Víctor procede de una familia humilde, y ha logrado progresar en la vida gracias a los sabios consejos de su padre, un hombre con un pasado no muy claro. Y en su carácter de jefe de seguridad del casino deberá enfrentar todo tipo de peripecias, sin excluir algún suicidio y un posible homicidio, tratando de que no terminen siendo un escándalo que dañe el prestigio del casino. El contexto histórico, de una Barcelona pujante y progresista, está muy bien logrado; cabe destacar que la mayoría de las publicaciones del autor son en el género de la novela histórica. Aunque cabe mencionar que esta fidelidad histórica por momentos se traslada a frecuentes diálogos llenos de formalidades, cortesías y algunas florituras que hacen un poco tediosa la lectura. Por lo demás, la novela tiene un buen ritmo y por momentos logra una buena cuota de suspenso, y la sensación de que no puede terminar bien. "Ten mucho cuidado porque llega un día en que tu arrogancia te hace creer que dominas tu futuro. Entonces, creyendo que tus cartas son casi imbatibles, apuestas fuerte en la mesa del destino y aparece el azar, ese jugador que sonríe maliciosamente y pone sobre la mesa una vida en juego, para luego destapar su mano y mostrarte un póquer de ases. Y ahí es donde descubres que has perdido." Aunque no soy un gran amante de los thrillers, éste me ha parecido bueno y entretenido. Y los datos históricos y la descripción de lugares de Barcelona, una ciudad muy querida, ha constituido un plus.