El gatopardo

En un ritmo sereno y con una prosa precisa y elegante, se desenvuelve la historia de Fabricio Príncipe de Salina, de la compleja Sicilia. Un escenario difícil de comprender, y de explicar; posiblemente sólo la literatura sea capaz de hacerlo. Los personajes secundarios: su hija Concetta; el audaz y amado sobrino Tancredo Falconeri; la bella Angélica Sèdara y su padre; y los hombres (en menor medida mujeres). El narrador asiste con tristeza a la pérdida de poder de la nobleza, reemplazada por la pujante, vital aunque vulgar burguesía, en medio de un juego de engaños siciliano: la astucia de la estirpe del Gatopardo (“Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie”) se mide con la vulgar y prepotente pujanza de los nuevos ricos. ¿Quién devora a quien? La novela transmite, convincentemente, la sensación que los cambios son entretenimientos cosméticos, como una bala en un algodón. Los verdaderos cambios son los que se producen sin intervención consciente del hombre. Una obra de una lenguaje exquisito, gran belleza y melancolía. El gatopardo es la única obra escrita por Guiseppe Tomasi (Italia, 1896-1957), príncipe de Lampedusa, y fue editada en la época de su muerte, como una especie de testamento de lo que le tocó vivir.