El Indio Sin Ombligo

Un misterio para tres detectives Tono es un hombre a quien le resulta imposible mentir. Y cuando cuenta que el azar lo llevó a observar, en un operativo policial, el cuerpo asesinado de un indio sin ombligo, sus amigos Elwin y Euro no dudan de su palabra, y quedan igualmente azorados por este hecho anatómicamente insólito. Y cuando Elwin, en su carácter de policía, logra acceder a la morgue judicial y descubre que no hay ningún registro del fallecido, confirma que están ante un hecho sospechoso, y los tres amigos se lanzan a la aventura de desentrañar el misterio. El recorrido nos mostrará aspectos de la idiosincrasia panameña, con diálogos llenos de humor, modismos y una realidad producto de la combinación de los modos culturales locales, con el afán de cumplir con las prescripciones imperantes en los países desarrollados y los tabúes de la corrección política (interpretados al modo local), y determina situaciones casi surrealistas en la que se hace difícil encontrar alguna lógica. “Sugirió que se usaran bestias de carga, (caballos, mulas, cebras, lo que fuera), que no se quejaban, no se ausentaban por enfermedad, comían la hierba que crece entre los tallos y abonaban el suelo en forma orgánica, pero parece ser que las sociedades protectoras de animales protestaron y no hubo de otra más que emplear hombres para tirar (los carros) de la fruta porque no tienen sociedades que los protejan”. El estilo de farsa domina la novela y demuele cualquier atisbo de solemnidad; y aunque está matizado por algunas digresiones muy interesantes del narrador, puede ser un poco repetitivo e impregna el ánimo de mofa continua, que dificulta tomar en serio otras lecturas posteriores. Tengo una debilidad por las historia excéntricas (alejadas del centro). Tal vez, con la esperanza de encontrar en ellos un germen de originalidad. Y esta novela, que probablemente nunca entre en ningún canon literario, cumplió con esa expectativa, y de manera muy entretenida. Rafael Pernett y Morales (Colón, Panamá, 1949) es médico y escritor. Fue Director del Hospital Regional de Changuinola, una región relativamente aislada de Panamá, donde se desarrolla parte de la novela. La República de Panamá, originalmente parte de Colombia, fue un país inventado como parte de los acuerdos para la construcción por parte de EEUU del Canal que vincula los océanos Atlántico y Pacífico.