La invención de Morel

Leí esta maravillosa novela en la prehistoria, antes que comenzara, en 2006 (con una reconstrucción retroactiva hasta 2002) a llevar registro de los libros leídos. La reseña está basada sobre algunos apuntes, pero sobre todo por la memoria y la emoción. La fecha de lectura registrada es arbitraria; la verdadera quedó sumida en la incertidumbre. En el prólogo de Borges, quien admite que consideraba que ya todas las historias se habían contado (y lo que quedaba era hacer variaciones sobre las mismas), admite su maravillada sorpresa al descubrir a través de esta novela, que su tesis debía admitir excepciones. La historia es narrada por un fugitivo, quien se ha refugiado en una isla perdida, y arma su vida cerca de la costa para no ser descubierto por eventuales visitas; cuando los cambios de marea y la subida del mar lo obligan a adentrarse más arriba en la isla, se sorprende de encontrar repentinamente en el caserón abandonado, una multitud de personas que participan de una fiesta; la situación se repite periódicamente, y mientras los observa una y otra vez, va conociendo a los personajes, formándose una opinión sobre ellos, y hasta enamorándose. Una historia fascinante con un desenlace sorprendente, en el que cabe toda la incertidumbre y nostalgia del mundo. Una novela magistral.