Los cuentos de Malika Moustadraf atraviesan con crudeza las distintas capas del Marruecos de principios del siglo XXI y ofrecen una mirada de las complejidades de una sociedad que, desde lejos, puede parecer sólida y homogénea. Con un estilo brutal y personajes contradictorios, el sexo, la prostitución, la enfermedad y la corrupción se muestran como grandes traumas, especialmente para las mujeres, en un escenario donde también hay lugar para la esperanza y la ternura.