La Ciudad Prometida

“...que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.” (Pedro Calderón de la Barca) Ileana despierta de un sueño angustiante, en el que muere su madre, y va en busca de la Señora, para que le transmita la tranquilidad de sólo ha sido un sueño. La Señora es una amiga de la madre que la tiene temporariamente a su cargo mientras su madre parece estar internada por una enfermedad, hasta que se traslada a vivir con sus tías. Su nueva vida se desarrolla, en un pueblo a orillas del mar, en la casa de estas tías (María y “la Otra”), que parecen haberse aislado voluntariamente del mundo. Y desde su llegada la lluvia castiga continuamente al pueblo, llevándolo, con sus habitantes, a lo que parece una decadencia final. "En el salón no había nadie. La casa está exhausta. Huele a algas descompuestas." La vida cotidiana tiene una atmósfera tan extraña, que los frecuentes sueños y pesadillas de Ileana muchas veces parecen más cercanos a la realidad que la vigilia. Los frecuentes interrogantes son respondidos siempre de manera ambigua, y se genera una permanente sensación de incertidumbre respecto a lo que ocurre y porqué ocurre; entre ellas, ¿Cuál es la verdad que podemos suponer en los retazos sobre la historia de su padre? El aspecto más destacado de esta novela es la pericia y el arte en el manejo de un lenguaje preciso y exquisito, en su narración y en la construcción de esta realidad, que nos lleva con ella y nos sumerge en una sensación de duermevela y tinieblas, un "arhivarium", a través de las cuales vamos viendo las cosas que efectivamente ocurren. Una muy buena novela, con un estilo narrativo magnífico que no es fácil de seguir, y que deja muchos aspectos abiertos a las hipótesis del lector. Valentina Şcerbani nació en Moldavia en 1988, estudió en varias universidades europeas y trabaja actualmente para UNICEF en Chisinau, capital de su país natal.