Un dulce olor a muerte

En el poblado impreciso de Loma Grande, Tamaulipas, en el nordeste de México, unos niños descubren en un sembradío el cadáver desnudo de una jovencita. Alertado, Ramón Castaños el joven que atiende la tienda más cercana, se acerca a la escena sin imaginar las implicancias que traerá. "Con más asombro que lujuria, recorrió con la mirada la piel suave e inmóvil: era un cuerpo joven. Con los brazos estirados hacia atrás y una de sus piernas ligeramente doblada, la mujer parecía pedir un abrazo final. La imagen lo sobrecogió." Las mentes de los pueblerinos se poblarán de ideas, y las lenguas se pondrán en movimiento. ¿Quién es? ¿Quién la mató? ¿Por qué? Y se irá construyendo, sobre las habladurías, fabulaciones y malentendidos, una explicación aceptable para todos, y que tendrá carácter de Verdad, pese a los intentos cansados de Justino Téllez, Delegado ejidal. "Ranulfo intuyó que el engaño que había desenjaulado se haría cada vez más fiero y peligroso, y que ya no habría modo de domesticarlo. Esta era la nueva verdad y Ranulfo tendría que creérsela por siempre." Una muy buena novela, escrita con gran calidad y realismo, que atrapa y nos incita a seguir leyendo. En algunos aspectos me hizo sentir algo similar a cuando leía La mala hora. Muy recomendable. Guillermo Arriaga (México, 1958) es escritor y guionista de cine. Ha sido el guionista de la película Babel, y ha sido autor y luego guionista de Amores perros y 21 gramos.